Una sorprendente y magnífica primera novela de un autor húngaro que ya está en la sesentena, y que desde pequeño se instaló en Suecia. Una obra de ficción que abarca la historia y la cultura europea desde el siglo XII hasta el siglo XX, a través de los avatares tratados con mucho humor de las muchas y diversas ramas de una familia judía que termina habitando en numerosos países europeos e incluso otros continentes. Un libro lleno de personajes históricos magníficamente bien retratados, a pesar de que aparezcan en pasajes que novelados, y de una diversidad de referencias artísticas y culturales extraordinarias. Un mecanismo literario muy complejo por todo lo que abarca, por sus saltos en la historia de la Europa Central y por la diversidad de contextos históricos, filosóficos y políticos a los que se refiere. Una obra magna en muchos sentidos, un fresco sobre el mundo de los judíos europeos hecho a partir de la familia que tiene su elemento más reconocido en el singular y fundamental filósofo Baruch Spinoza.
El elixir de la inmortalidad (Anagrama, 2014), es un libro que relata la peculiar ya menudo trágica vida de las comunidades judías en Europa, los aspectos religiosos e identitarios que los definen, así como la vital relevancia que este pueblo ha tenido en la vida cultural y política europea. Un libro sobre el tiempo, sobre el paso del tiempo y sobre la figura del «judío errante» que ha dado de sí muchas páginas de literatura. Una obra actual, escrita por alguien que le ha destinado mucho tiempo y una cultura ingente, y que lo hace con una prosa sencilla, con mucha ironía y carga poética. Un libro difícil de comparar con ningún otro y que tiene un deje un poso histórico que además de ser radicalmente contemporáneo, parece en el mejor sentido del término un libro antiguo. Una novela que a pesar de que en el planteamiento del capítulo inicial no lo parece, acaba atrapando al lector con su trama y la forma imaginativa como retrata numerosos personajes históricos, como si fuera una novela negra. Realmente buena.