Aunque lleve el título de la obra musical escrita para ballet de Igor Stravinsky, en realidad este libro que recomiendo es de historia y está centrado en el mundo europeo de la Primera Guerra Mundial. En este último año en el que se ha conmemorado el centenario del inicio de la Gran Guerra, ha habido una multitud de nuevos libros sobre este periodo, sobre sus porqués, su desarrollo y las consecuencias que se derivaron para Europa y el mundo. Se han editado libros realmente sugerentes, interesantes, innovadores y algunos de realmente buenos. Entre los que yo destacaría -aunque no es el único-, se encuentra este que presento, tanto por su carácter innovador en la forma y en el fondo, como por huir de algunos tópicos que parecen convertirse en verdad a base de repetirlos y porque se centra en la cultura y en las mentalidades dominantes en cada uno de los países contendientes, donde la guerra adquiría connotaciones y puntos de partida bastante diversos, pero a la vez la coincidencia en que el conflicto tenía que abrir un periodo nuevo en lo que todo lo que era viejo y desfasado, debía quedar plenamente enterrado.
Modris Eksteins era hasta ahora un historiador desconocido para mí, nacido en Letonia hace ya más de setenta años y que ejerce de profesor de historia en la universidad canadiense de Toronto. Con La consagración de la primavera. La Gran Guerra y el nacimiento de los tiempos modernos (Pre-Textos, 2014), se ha convertido en un ensayista de culto en numerosos países, ya que ha construido un relato de gran originalidad, hecho con pinceladas brillantes, para transmitir la idea de la Primera Guerra como el punto de inflexión hecho de muerte y brutalidad que modifica y transforma la Modernidad. De aquí que toma prestado el título de una obra de Stravinsky que al estrenarse en París por los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev con la coreografía de Vaslav Nijinsky, su carácter vanguardista causó una gran conmoción y que partidarios y detractores acabaran en golpes en el mismo patio de butacas del teatro. El conflicto entre el viejo y el nuevo en estado puro, justo un año antes de que estallara una guerra especialmente destructiva y dramática, en el trasfondo de la que se confrontaban diversas maneras de entender la tradición europea así como la modernidad.
Para Eksteins la Gran Guerra es el momento de inflexión psicológica por la modernidad en su conjunto. Las ansias de destrucción habían superado los deseos de creación que le habían dado vida. Describe de manera intensa impresionante la guerra en sí, la barbarie y la destrucción de la humanidad que significó la guerra de trincheras, después de haber retratado el ánimo desde el que en cada país se daba por buena e inevitable la confrontación. Pero retrata los cambios en la conciencia humana, en la incipiente noción de europeidad que genera ese cataclismo con lo que se cerraban los conflictos competitivos del siglo XIX, pero que se hacía con la tecnología y la capacidad destructora del siglo XX. Es un libro magnífico, de las mejores historias culturales que he leído nunca y que aporta comprensión ya la vez complejidad en la Europa de las primeras décadas del siglo pasado. Un libro muy singular y una manera de hacer historia atractiva, sugerente y literariamente potente. Quizá sea deformación profesional, pero creo que es un libro de lectura placentera y casi obligada para todos aquellos que les interesen los aspectos más relevantes de la cultura occidental.