Una magnífica novela que retrata Europa en sus márgenes orientales, una route movie que recorre el Este del continente, empobrecido y desestructurado, que trata de incorporarse de manera torpe en el estilo de vida europeo occidental, pero en una versión entre miserable y extremadamente decadente. De manera novelada, Stasiuk nos hace un muy buen retrato de estos territorios que los occidentales conocemos con el genérico «Los Balcanes». Inmensos paisajes llenos de incontables fronteras y aún más diversos en riqueza de grupos humanos. El libro cuenta la historia de dos amigos que recorren estos mundos olvidados con una furgoneta que se cae a pedazos, para subsistir vendiendo ropa de segunda mano procedente de los países occidentales, a una población carente de casi todo y que se convierten en los receptores de la última etapa de los productos de consumo occidental justo antes de ir a parar al vertedero. Territorios alejados, con una población rural pobre y desnortada, atraída por el mundo incierto que se abre con la caída de los regímenes totalitarios que les habían de emanciparse y que no hizo sino condenarlos durante décadas a quedar recluidos en un rincón del mundo de la historia. De Polonia a Rumanía, de Eslovaquia a Ucrania, de Hungría a Rusia. Un mundo de fronteras difusas e imperceptibles en su profunda decadencia.
A Taksim (Acantilado, 2015), Andrzej Stasiuk construye un delicioso y apasionante cuadro sobre los márgenes de la sociedad de consumo en Europa, de lugares donde la vida cambia muy rápidamente no siempre para mejorar, y donde sus pobladores lo viven entre perplejos y resignados, intentando acomodarse a las nuevas «leyes» dominantes. Un periplo extraordinario donde el autor nos lleva por innumerables lugares, cada vez más pobres y lejos de la realidad. Un libro que hace digerible lo que describe a base de una fuerte carga de humor y de ironía -no exenta de extrema mordacidad-. Un viaje casi irreal por parte de dos grandes solitarios y excluidos, para intentar colocar mercancía invendible en los lugares más insólitos y esperpénticos, reflejando la competencia imposible con el flujo masivo de entrada de productos chinos. Estamos ante un gran libro, escrito por uno de los narradores europeos actuales más interesantes. Si sus Cuentos de Galitzia (Acantilado, 2010) ya significaron un muy buen toque de alerta literario, este libro confirma su extraordinaria madurez. ¡No os lo perdáis!