Estamos ante lo que esperamos sea sólo una primera entrega de las memorias de este pensador alemán, imprescindible para entender la cultura europea de los últimos cincuenta años. Un libro delicioso, entrañable, escrito por un hombre culto y sabio que repasa fragmentos de su vida con humor, con mucho humor. El retrato de una intelectualidad europea que en los años sesenta y setenta coqueteaba con la revolución, aunque no logró encontrar un camino propio que les permitiera superar unos referentes notoriamente decadentes, como eran la Unión Soviética, pero que también adoptaron rápidamente esta característica en Cuba. Retrata dos viajes a la URSS hechos en los años ochenta, que él observaba ya de forma notoriamente escéptica y desencantada, aunque se permite la pequeña fechoría de retratar algunos intelectuales europeos que, como Sartre, se dejaban adular en Rusia postestalinista, ahora en manos de un personaje radicalmente mediocre como era Nikita Kruschev.
Especialmente interesantes es su conocimiento y su memoria sobre los movimientos europeos de carácter juvenil, revolucionarios e innovadores, como fueron los que se manifestaron especialmente en 1968. Escribe de manera abundante sobre el movimiento comunitarista de Berlín que encabeza un joven inteligente y airado como era Rudi Dustchke, dinámica con la que Enzensberger no se sintió nunca muy identificado. No rehúye tampoco el reflejar el autoritarismo político del estado alemán de posguerra, así como la deriva de un sector de jóvenes de un revolucionarismo naif hacia la lucha armada, como fue el caso de la banda Baader-Meinhof. A Tumulto (Malpaso, 2015), Hans Magnus Enzensberger pinta un fresco interesantísimo sobre la cultura y la vida intelectual de las décadas de desarrollo del modelo social europeo. En él, retrata una generación que se volcó en querer transformar el mundo y que a menudo no sólo fue el mundo el que los cambió a ellos, sino que levantaron algún esperpento notorio. Poeta, ensayista, periodista y muchas otras cosas, el autor trata con escepticismo y humor una época, consiguiendo momentos literariamente deliciosos cuando dialoga en el texto consigo mismo cuando era un joven rebelde en épocas bastante movidas y turbulentas. Pasados los años, el escritor sagaz que es Enzensberger, describe su tiempo de juventud con inteligencia y afecto, pero sin rehuir la parte de farsa que contenía. Un gran libro tanto por el qué, como por el cómo.