Tomando el título de una película de Igmar Bergman, el joven novelista y ensayista madrileño Andrés Barba erige su propuesta literaria más madura y se convierte, si ya no lo era, en uno de los escritores españoles por debajo de la cuarenta años más interesantes y con una mayor capacidad para dibujar los espacios de las relaciones íntimas. De hecho, el autor tiene una rara habilidad para evocar y representar las múltiples aristas que contiene toda relación amorosa, que van desde la agresividad hasta la ternura, pasando por el deseo, la incomprensión o la capacidad de sorprendernos del otro. Una reflexión sobre la complejidad de las relaciones personales, sobre los secretos y los fantasmas que componen las relaciones familiares. Un itinerario literario sobre las sorpresas que suelen deparar el descubrimiento en profundidad del otro. Un libro que habla con humor y del humor, pero también de los múltiples mapas del deseo, sobre la capacidad evocadora de los gestos y sobre el carácter reiterativo y neurótico que suele provocar los celos.
A En presencia de un payaso (Anagrama, 2014), Andrés Barba reincide en un estilo literario fundamentado en una prosa nítida, sólo aparentemente sencilla, para reflexionar sobre la identidad y su construcción y deconstrucción. Una obra ejemplar en la que, como han hecho los grandes novelistas, la trama de cuestiones banales y puramente domésticas, le permiten hablar sobre la existencia humana, la dificultad para darle un sentido, y sobre los dilemas morales que se nos plantean en situaciones aparentemente no trascendentales. La referencia a Bergman en el título, no es casual. Una lectura fácil y apacible, pero que deja multitud de gustos y resabios. En definitiva, buena literatura.