Paula Casal-Thomas Pogge-Hillel Steiner. Un reparto más justo del planeta

Este libro contiene aportaciones notables al necesario debate sobre las nuevas bases en las que se ha debe construir la fiscalidad futura. No me refiero al sesgado debate sobre si «bajar o subir impuestos», sino sobre un sistema fiscal que sea justo y equitativo, pero que sobre todo contribuya a crear sociedades más justas y equitativas. Tarde o temprano habrá que poner el cascabel al gato de establecer un nuevo paradigma tributario, cuyo objetivo sea revertir esta tendencia insoportable hacia la desigualdad y a la «normalización» de la pobreza, y que a la vez proporcione a las instituciones públicas los recursos imprescindibles para satisfacer las necesidades básicas de la población. Hay un tercer elemento, y no menos importante, a lo que debería contribuir una adecuada filosofía contributiva, como es la de penalizar o disuadir comportamientos perjudiciales de productores y consumidores en relación a un bien común como es el del medio ambiente. Probablemente no hay nada tanto determinante para nuestro futuro, por nuestro bienestar y para construir un modelo de sociedad incluyente y sostenible como el sistema tributario, entendido éste como la contribución del conjunto de los ciudadanos a lo colectivo.

El libro que os recomiendo, habla de todo esto, pero incide sobre todo en un aspecto del que no se trata muy a menudo: ¿de quién son los recursos naturales, y cómo pueden revertir en el bienestar de todos y la disminución de la desigualdad? El debate no es menor. La apropiación de bienes naturales y que no son el resultado del esfuerzo de nadie en concreto por parte de corporaciones privadas que los convierten en beneficio particular es, como mínimo, discutible su legitimidad. Desde diferentes perspectivas filosóficas, los tres autores de Un reparto más justo de la riqueza (Editorial Trotta, 2016) proponen introducir un impuesto o tasa sobre aquellos recursos naturales que están desigualmente repartidos por el territorio y por el planeta y que convendría que fueran un beneficio para todos. Lo que se recaude, para algunos tiene que ir a la reducción de las desigualdades, siendo un capital para invertir en contra de la pobreza, mientras que para otros la inversión debería ir a combatir el cambio climático. Este es un libro innovador en el que se plantea un tema civilizatorio crucial, como es asegurar que lo que son bienes públicos contribuyan al bienestar de todos, y no al enriquecimiento de unos pocos. Ideas fundamentales, para un debate necesario y ya improrrogable.

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